Héctor Eduardo Villaseñor-Mir
																	
										Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), Campo Experimental Valle de México, Coatlinchán, Texcoco, Estado de México, México.
									
																							 
													
								Julio Huerta-Espino
																	
										Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), Campo Experimental Valle de México, Coatlinchán, Texcoco, Estado de México, México.
									
																							 
													
								René Hortelano-Santa Rosa
																	
										Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), Campo Experimental Valle de México, Coatlinchán, Texcoco, Estado de México, México.
									
																							 
													
								Eliel Martínez-Cruz
																	
										Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), Campo Experimental Valle de México, Coatlinchán, Texcoco, Estado de México, México.
									
																							 
													
								Ernesto Solís-Moya
																	
										INIFAP, Campo Experimental Bajío, Celaya, Guanajuato, México.
									
																							 
													
								Jorge Iván Alvarado-Padilla
																	
										INIFAP, Campo Experimental Valle de Mexicali, Mexicali,  Baja California, México.
									
																							 
													
								María F. Rodríguez- García
																	
										Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), Campo Experimental Valle de México, Coatlinchán, Texcoco, Estado de México, México.
									
																							 
													
								Alberto Borbón-Gracia
																	
										INIFAP, Campo Experimental Norman E. Borlaug, Cd. Obregón, Sonora, México.
									
																							 
													
								Héctor Cortinas-Escobar
																	
										INIFAP, Campo Experimental Río Bravo, Rio  Bravo, Tamaulipas, México.
									
																							 
													
								Eduardo Espitia-Rangel
																	
										Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), Campo Experimental Valle de México, Coatlinchán, Texcoco, Estado de México, México.
									
																							 
													
								Eutimio J. Cuéllar-Villarreal
																	
										INIFAP, Campo Experimental Saltillo, Saltillo, Coahuila, México.
									
																							 
													
								Gabriela Chávez-Villalba
																	
										INIFAP, Campo Experimental Norman E. Borlaug, Cd. Obregón, Sonora, México.
									
																							 
													
								Leodegario Osorio-Alcalá
																	
										INIFAP, Campo Experimental Valles Centrales, Santo  Domingo Barrio Bajo, Etla, Oaxaca, México.
									
																							 
											 
				
													
						Abstract
						
							La producción de trigo en México se ha mantenido en cerca de 2 millones de toneladas anuales. De esta cantidad, el trigo cristalino (Triticum durum Desf.) representa el 59.8 % del total nacional. El consumo nacional de este tipo de grano es de alrededor de 700 mil toneladas y se exportaron más de 1.3 millones de toneladas en 2016, lo que coloca a México como el tercer exportador de este cereal a nivel mundial (CANIMOLT, 2016). El 100 % de la producción se realiza en condiciones de riego y los principales estados productores en 2016 fueron Sonora, Baja California y Guanajuato con 74, 16 y 5 %, respectivamente (SAGARPA, 2018). La problemática en las zonas trigueras de México son la escasez de agua y la incidencia de nuevas razas de roya, tanto amarilla como de la hoja, con mayor virulencia (Huerta-Espino et al., 2009; Singh et al., 2016), es por esto que los productores demandan variedades resistentes a royas y con mayor rendimiento de grano, y los industriales requieren grano con mayor cantidad de pigmento amarillo y proteína en grano para obtener pastas alimenticias de buena calidad (Garza y Taddei, 2016). Para hacer frente a dicha problemática, el programa de trigo del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), a través de su red nacional de ensayos nacionales de rendimiento (Villaseñor, 2015), generó la nueva variedad Don Goyo C2019 para producción bajo riego en México, la cual presenta resistencia a las razas fisiológicas de roya amarilla y roya de la hoja que prevalecen en México, con alto rendimiento de grano y calidad de sémola.